jueves, 30 de septiembre de 2010

¿Crees...

¿Crees que por no ponerle nombre o no decir en voz alta lo que pasa no es una traición? ¿Crees que cuando me miras y se te iluminan los ojos no la estás traicionando? ¿Crees que cuando tus manos buscan las mias tampoco es una traición? Cuando me sonries, me miras, me hablas... cuando te cuesta aumentar la distancia entre nosotros...¿nada de eso te traiciona?

Si tu respuesta a todas esas preguntas es "no", entonces es la peor traición de todas, te estarás traicionando a ti mismo.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Pedro y el capitán

Capitán -Es por eso que no puedo volver atrás, es por eso que no puedo ceder. Es por eso que tengo que hacer que hable. Ya anduve demasiado trecho por este camino. ¿Comprende ahora? ¿Comprende por qué va a tener que hablar?

Pedro -Comprendo que tú quieres que yo lo comprenda.

Capitán -Por eso tuve que tratarlo de usted. Porque si lo seguía tuteando, no iba a poder.

Pedro -¿Quieres que te diga una cosa? De ninguna manera vas a poder, capitán. Ni tratándome de usted, ni de tú, ni de vos, ni de su señoría. ¿Ves? Esa es la ventaja que tiene el no. Siempre es no, y nada más que no.¿Oíste bien, capitán? ¡No! ¿Oyó, capitán? ¡No! ¿Habéis oido, capitán? ¡No!

Pedro y el capitán.
Mario Benedetti.



Y con esto os presento a mi otra gran pasión: el teatro
(la primera, como recordareis, es París).

Para los que no conozcais esta obra (aprovecho para recomendaros que la leais) diré que para mi es inigualable. La obra es el diálogo entre un hombre torturado y su torturador. He elegido ese fragmento de la tercera parte porque en él se habla de la voluntad.

¿Realmente la voluntad lo puede todo? ¿Eso quiere decir que cualquier sueño que tengamos podemos alcanzarlo simplemente con voluntad? Precisamente de esa cualidad ando yo un poco escasa. Por eso llevo este pequeño libro de bolsillo siempre encima, con la página marcada justo en este diálogo. Leerla me recuerda que a veces, sólo tenemos que poner un poco de nuestra parte para que las cosas cambien.

martes, 28 de septiembre de 2010

Solo tú.






J: Si crees que vais...sea por lo que sea, ha sido una mala idea.

P: Oye..llevo sin dormir 26 horas...

J: En serio, esta historia tiene que acabar. Esto que os haceis mutuamente y en los momentos más inoportunos tiene que tener un final, se acabó.

P: No se ha acabado.

J: Vamos ¿cuántas veces más vas a hacer esto? ¿cuántas veces más vas a seguir volviendo?

P: Hasta que no quede nada por lo que volver.

J: Supón que te digo que ya no queda nada.

P: Creéme, a veces me encantaría que fuera así. Pero no lo es. Puedo sentirlo. Se que no estás de acuerdo, y me parece bien. Pero cuando siento que algo tira de mi tan fuerte...

J: Está con ella Pau, con ella.



Me callo porque es más comodo engañarse. Me callo porque ha ganado la razón al corazón, pero pase lo pase, pase lo que pase, en silencio te querré tan solo a ti.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Amigos





Amigos. ¿Qué sería de nosotros sin ellos? No se si habeis oido esta frase alguna vez, pero estoy totalmente de acuerdo con ella:

"Los amigos son la familia que elegimos".

Tengo amigos maravillosos, que harían cualquier cosa por mi, y yo por ellos. Amigos de esos que cuando estás mal te lo notan sin que tengas que decirles nada. Amigos que saben perfectamente cuando sobran las palabras, y simplemente te dan la mano y se tumban a tu lado. Amigos con los que igual sales de fiesta, como te quedas en casa viendo una peli.

Para mi, mis amigos son mi refugio, son mi hogar. Acudo a ellos, y siempre, siempre me reciben. Saben cuando necesito un abrazo o cuando necesito una borrachera para olvidar. Saben aguantar mis resacas, y quitarme las jaquecas. Saben cuando necesito un empujón para seguir adelante, y como manejar mis rabietas. Saben que me encanta la lluvia, y la luna. Me llevan al cine cuando tengo un mal día y siempre acaban sacándome una sonrisa.

A ellos les debo todo lo que soy.

Más que amigos, yo diría que tengo hermanos.


Gracias a los amigos. Los mios, y los vuestros. Porque sin amigos, seguramente el mundo se pararía.

sábado, 18 de septiembre de 2010

¿Alguna vez has querido desaparecer?



Dicen que el tiempo lo cura todo, pero eso no es cierto. Hay heridas que nunca cicatrizan. Quizás dejen de doler durante un tiempo, pero la herida sigue estando ahí, en el mismo lugar de siempre.¿Qué pasa si aunque pase el tiempo sigue doliendo? ¿Qué pasa si los días, semanas, meses... se sucenden sin que el dolor remita ni tan siquiera un poco?

Todos tenemos días en nuestra vida que repetiríamos una y otra vez sin cesar. Días que nunca olvidaremos por un motivo u otro. Igualmente, ¿no os gustaría volver a ese instante en que tomasteis una mala decisión? Ese instante que originó todo el dolor que sufrimos ahora mismo...Yo tengo varios momentos de esos que me gustaría cambiar, volver atrás y hacer totalmente lo opuesto a lo que hice.

Una de las cosas que cambiaría es haberte conocido.

Supongo que decir eso es un locura e incluso puede que suene exagerado. Son muchos momentos los que he vivido contigo, pero ¿de qué han servido? Yo te lo digo, no ha servido de nada. Todos esos años sólo sirvieron para que me atase a ti más y más, y lógicamente, ahora el dolor es proporcional. No puedo borrar todo lo que pasamos, ni tampoco puedo olvidarte, ¿qué me queda entonces? El dolor. Únicamente el dolor. Y te aseguro que nunca en mi vida me había sentido así.

Lo peor es que se que esto no va a pasar. El dolor no ha cedido ni un centimetro, y desde luego no lo va a curar el tiempo. Sigo queriéndote a pesar de todo.

Miro hacia atrás y veo los últimos seis años...es mucho tiempo para borrar ¿no crees? No puedo dejar de preguntarme qué ha pasado, cómo han podido cambiar tanto las cosas.

Te echo de menos, ¿sabes? Ni un solo día dejo de pensar en ti. Cada centímetro de mí sigue llamándote a cada momento, esperando que un día aparezcas y me digas que todo esto te está resultando tan duro como a mí... Hay días que sólo quiero meterme en la cama y dejar que el tiempo pase, hasta llegar el día en que sólo seas un pequeño recuerdo que no hace que tiemble de pies a cabeza.

Pero de repente me doy cuenta de que lo supe desde el principio, desde que te conocí...

El dolor no se irá. Tú siempre me vas a doler

martes, 14 de septiembre de 2010

mon amour



Paris. Il est mon amour. ¿Acaso puede haber un lugar más bello, que guarde tantas y tantas historias?

Adoro esa ciudad. Disfruto con cada visita, y lo paso realmente mal cada vez que las pantallas del aeropuerto anuncian la salida de mi vuelo, obligandome a despedirme. Mis visitas son cada vez más largas y más seguidas, y tengo la certeza de que en una de esas visitas, simplemente dejaré que los altavoces del aeropuerto me llamen mientras yo me escondo entre las calles de la ciudad.

¿Alguna vez habeis sentido que perteneceis a un sitio en concreto? ¿Habeis sentido que da igual lo lejos que esteis porque vuestro corazón vuelve una y otra vez al mismo lugar?

Paris...

Me encanta perderme por sus calles, tan intimas y especiales, donde es igual de fácil perderse como encontrarse. Cada rincón de sus edificios guarda una historia maravillosa que están dispuestos a contar, siempre que tú estés dispuesto a escucharla. Y yo quiero formar parte de esas historias. Se que mi sitio está alli. En Paris.

domingo, 12 de septiembre de 2010

El mayor error de tu vida









¡Te has equivocado! Te has equivocado. Y es una elección muy, muy mala. ¿En qué estabas pensando? Oh vamos, ¿estás de coña? ¿No has aprendido nada en los últimos años? Te vas a arrepentir y lo sabes. Te vas a arrepentir, y ahora no puedes hacer nada, porque ahora es demasiado tarde. Lo único que puedes hacer es seguir e iniciar una vida cutre y decepcionante, que no será ni la mitad de feliz como la que habrías tenido conmigo.


No pretendo recuperarte. Sólo necesito saber que tú sabes que has cometido, el mayor error de tu vida.

martes, 7 de septiembre de 2010

¿Salto?





A veces siento como si caminase en la cuerda floja, intentando mantener el equilibrio inutilmente, porque lo cierto es que tengo la certeza de que haga lo que haga, acabaré cayendo, y que nada ni nadie podrá evitarlo. Siento que mi vida ya no tiene más salidas que las evidentes, y ninguna de ellas vale la pena. En ocasiones pienso que este no es mi sitio, que nadie me retiene y no hay nada por lo que seguir luchando. ¿No sería mejor dejarme caer en una de esas ocasiones en que pierdo el equilibrio y peleo por mantenerlo? No sería como saltar, simplemente sería no oponer resistencia.

¿Qué se hace cuando al final del tunel sigue sin haber una salida? Estoy asustada, y lo cierto es que no se por donde seguir. Me siento perdida, sin ninguna guía, ningún mapa que me indique hacia donde debo dar el siguiente paso. Así que me encuentro andando una y otra vez sobre los pasos que ya di el día anterior, recorriendo el mismo camino, sabiendo que no me llevará a ninguna parte.

Hay días en los que me apetece chillar. Gritarle a todo el mundo para que se den cuenta de lo que pasa, porque por más obvio que me parezca a mi, ellos parecen no verlo, en cuyo caso, debo de ser una actriz excelente.

¿Qué hago cuando ya no puedo salvarme?

lunes, 6 de septiembre de 2010

Yo te convoco, yo te condeno





Te convoco y te condeno, a que no puedas cerrar los ojos sin verme, abrir los labios sin llamarme. A no poder tocar un cuerpo sin creer que es a mi a quien acaricias. Te convoco y te condeno a que no puedas girar una esquina sin la esperanza de encontrarme, que no puedas descolgar el telefono sin esperar oir mi voz al otro lado.


Te convoco y te condeno, a que no puedas dormir sintiendo el deseo, a que la urgencia de encontrarme no te permita pensar. Te convoco y te condeno, a no poder dormir sin soñar conmigo. A no poder oler un perfume que no sea el mio.


Te convoco y te condeno, a que no puedas mirar a nadie sin ver mi rostro.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Tiempo





Instantes que no volverán. Que no se repetirán. Risas. Llantos. Abrazos. Besos. Más besos. Ese chico que aún te encanta. Amigos que fueron, que son, que serán, que están por llegar. Locuras. Una sonrisa. Un viaje. Fotos, miles de fotos. Miradas. Muchos más que miradas. Pasión. Complicidad. Fiestas. Días por empezar, noches sin final.

¿Te apetece conocerme?