Es mi sino formar parte siempre
de triángulos amorosos.
Tus palabras eligieron, pero tus
ojos no están de acuerdo. Y no es algo que vea o diga yo. No. Es algo que ven
los demás, algo que ve incluso ella. ¿Has hablado con ella de tu elección? Es
evidente que ella te quiere, pero también es muy evidente que tú estás
confundido. Y con esto no quiero decir que me quieras a mí, en absoluto, lo que
digo es que crees que la quieres, pero cuando quieres a alguien… en fin, cuando
quieres a alguien no se hacen cosas como las que haces tú. Y mucho menos de
forma repetida.
Yo te quería. Te quería tanto,
tanto. Más de lo que soy capaz de creer.
Y tú lo has estropeado.
Has estropeado algo tan grande,
que a veces incluso me costaba mantenerlo dentro de mí. Porque habría dado
cualquier cosa por ti, habría hecho cualquier cosa por ti. Y lo sabes.
Siempre, y repito, SIEMPRE he
dado la cara por ti. Desde el minuto 0, incluso ahora, cuando no debería
siquiera mirarte a la cara, sigo haciéndolo. Y sabes que no estás siendo nada
justo, pero supongo que las cosas del corazón, no siempre son justas.
Y algún día te darás cuenta de lo
que teníamos. Te darás cuenta de lo difícil que es que te quieran como te
quería yo, de una forma tan incondicional, sin importarme lo tóxico de tu
entorno, lo tóxico de ti. Y me verás sonreír, y desearás que esa sonrisa vuelva
a ser por ti. Y me escucharás hablar, y rogarás que sean para ti mis palabras.
Pero será tarde. Porque mi sonrisa pertenecerá a otra persona, y no serás tú quien
me abrace cuando lo necesite, ni serás tú a quien buscaré con la mirada. No
serás tú en quien me apoyaré, ni con quien contaré, no serás tú en quien
piense, ni serás tú quien me provoque vértigo.
Simplemente serás uno más.
Alguien que, como mucho, será un recuerdo lejano, enterrado, olvidado. Sólo vas
a ser eso. Y nos cruzaremos por la calle, y nos saludaremos. Y ese sencillo
saludo, va a provocar en ti los vértigos que antes provocaba en mí. Y
recordarás mis manos en tu pelo, recordarás el brillo de mis ojos cuando te
veía… Y será tarde. Porque ya se te está acabando el tiempo. Porque ya no me
dejas sin respiración, porque soy capaz de estar a tu lado y no temblar.
Porque empiezo a sonreír por
alguien. Y ese alguien, no eres tú.