martes, 30 de agosto de 2011



Ella, que había vuelto del frío más absoluto. Que logró escapar de la peor desolación...
Ella, que había logrado huir del llanto que la perseguía, que amenazaba con no irse nunca...
Ella, que se creía tan fuerte...

sábado, 27 de agosto de 2011

jueves, 25 de agosto de 2011

Varias vidas de palabras..

-Te conozco desde siempre, ¿recuerdas?
-Sí, desde hace años.
-Error, te conozco de varias vidas. ¿Cómo explicas si no todo lo que nos pasa?
-Seguramente en una vida estuvimos casados, y en otra, lo hicimos todo mal.
-¿Y en esta?
-¿En esta? En esta nos toca arreglar todo lo que rompimos en la anterior, que por lo visto, debió de ser mucho…

viernes, 12 de agosto de 2011

Todavía. Siempre.

Madurar es saber cómo se debe actuar en cada situación. Meditar, no sucumbir a los nervios y  reaccionar con frialdad y calma cuando la situación esté fuera de control. A veces pensamos que somos maduros, que actuamos con madurez, pero sin embargo, aparecen situaciones en las que dicha madurez brilla por su ausencia.
En ocasiones, actuar con madurez significa saber cuándo hay que dejar marchar a alguien, y hacerlo. Saber cuándo se debe cerrar una puerta, porque ya no hay nada más. Porque no se puede hacer nada más. Madurar significa hacer lo correcto, aunque cueste, aunque duela.
Y duele. No te haces una idea de cuánto duele. De cuánto me dueles tú.
Llegados a este punto, debería dejarte marchar. Pero por algún motivo, no puedo soltarte. Llevo tanto tiempo sujeta a ti, que creo que si te suelto me caeré de bruces y no podré levantarme.
Y tendría tantas cosas que decirte… pero ya no es el momento. Y me da rabia, porque hemos dejado pasar tanto tiempo…



 

Porque te quiero. Todavía. Siempre.