domingo, 5 de febrero de 2012

Justo ahora.

A veces, tomamos decisiones que, en ese momento, nos parecen correctas. Decisiones que con el tiempo, se vuelven en nuestra contra.
En ocasiones, negamos algo con tanta fuerza, que acabamos por enterrarlo muy hondo, para que no pueda salir. Y un día, eso que habíamos negado tanto, y que habíamos enterrando tanto, explota y sale por cada poro de nuestra piel, porque al enterrarlo, sólo hemos conseguido que crezca cada vez más, hasta que es tan grande, y tan fuerte, que nada ni nadie puede controlarlo.
Te negué tantas veces, te enterré tan hondo, que ahora todo esto me arrasa por completo y no puedo ponerle freno.

Justo ahora, que no estás, noto tu ausencia mucho más de lo que antes notaba tu presencia.
Justo ahora, que no llamas, es cuando más veces miro el móvil, esperando ver tu nombre en la pantalla.
Justo ahora, que no me dices “pídeme que vuelva”, es cuando en mi cabeza no para de gritar “vuelve! “

Justo ahora que no me da miedo decir que te quiero, tú no estás para escucharlo.

2 comentarios:

  1. una gran verdad,impresionante!!!! =)

    ResponderEliminar
  2. Gran texto... de los más largos q te he visto. I tan genial como los breves...

    Muchas veces queremos aquello q cuando fue nuestro no le prestamos la suficiente atención, es una característica muy humana...

    Un plaer que t'agradi el català com a idioma, ja que és la meva llengua d'expressió quotidiana ;)

    Un petó ben fort!!

    ResponderEliminar