No empieces. No sigas por ahí. Hemos recorrido mil veces ese camino, y ya sabemos a donde nos lleva. Todavía pueden verse las huellas de los pasos equivocados que hemos dado una y otra vez.
Ya no me atrevo a preguntarte. Ni siquiera imaginarlo. No quiero decirlo en voz alta.
No quiero pensar.
...Y mi cabeza no para de gritarme que una vez más nos equivocamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario