Y por fin hubo que crecer.
Cuando eres un crío eres tan ingenuo
que crees que se crece poco a poco,
¡y una mierda!
Es como un tortazo,
¡zás!
como el golpe de la rama de un árbol
cuando alguien camina delante de ti por el bosque.
Y ahora, quiereme si te atreves.
No te falta razón, muchas veces te haces grande, te vuelves viejo de golpe...
ResponderEliminarUn petó fort!!
La frase final me ha dejado perplejo. Pido permiso para usarla con una dama que me tiene desvelado. Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarIncreíble. Me ha encantado, de veras.
ResponderEliminarTe sigo! :)